martes, 8 de enero de 2013

¿Necesita su departamento de IT una normativa?

Según los especialistas, la diferencia radica en que las organizaciones que implementan metodologías de calidad versus una que no cuenta con una certificación tienen mayor ventaja a nivel de reconocimiento.
 
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La mayoría de las de normativas tienen, entre otros objetivos, el que la empresa alcance niveles de excelencia, productividad o competitividad, pero el simple hecho de implementar una no es un factor inmediato de éxito, pero si lo podría ser a largo plazo.

Sobre el dilema de hasta qué punto es válido o necesario implementar normativas en una empresa o institución, Mario Padilla, director ejecutivo de la Cámara Salvadoreña de Tecnologías de Información y Comunicaciones (Casatic), menciona que hay algunas que tienen estrategias de trabajo en temas como procesos de gestión y medición de calidad pero dejan de lado otros aspectos como la certificación en estándares ISO, y no por eso su funcionamiento deja de ser bueno.

Según los especialistas, la diferencia radica en que las organizaciones que implementan metodologías de calidad versus una que no cuenta con una certificación tienen mayor ventaja a nivel de reconocimiento.
Sin embargo, esto no necesariamente significa que una empresa sin certificación no pueda entregar niveles altos de satisfacción a sus clientes al ofrecer un producto o servicio.
Para Grimaldi, de PBS, se debe tomar en cuenta que obtener una certificación, por el simple hecho de contar con ella, no garantiza tomar ventaja de una normativa y aprovecharla al máximo.

El reto no consiste en ganarla como se aprueba un examen final y el estudiante ya no sigue aprendiendo porque allí terminó todo”, asevera. El ejecutivo es de la opinión que el desafío, así como éxito de la iniciativa, se logra durante el proceso mismo de su implementación.

“En la medida que los miembros de la organización sientan el orgullo y la satisfacción que logran a nivel laboral sus objetivos individuales, y sobrepasan sus metas como organización, la certificación de un estándar no será solo un logro más dentro de la marca de la compañía o un eslogan nuevo para una valla publicitaria o anuncio en el periódico”, considera Grimaldi.

De acuerdo con los especialistas, otros de los puntos que se debe tomar en cuenta antes de llevar a cabo una implementación de un marco regulatorio es el tamaño de la organización.

En palabras de Frank Rosich, director IT de Grupo Marta, esto se debe a que algunas normativas como COBIT, ITIL y PMI fueron desarrolladas para las necesidades de las empresas grandes de los países del primer del mundo.
Esto implica que, el esfuerzo y la cantidad de personal que se necesita para implementar estas metodologías son considerables y definitivamente no están al alcance de una gran mayoría de las empresas del área centroamericana.

Si bien es cierto, las empresas consultoras abogan porque estas metodologías pueden ser implementadas en organizaciones de cualquier tamaño (incluyendo pymes), lo cierto es que las empresas pueden perder el foco de que estos esquemas son el medio para facilitar gobernabilidad de IT y podrían caer en la trampa de convertir la documentación y los procesos sugeridos en el fin último de IT, de manera que descuidarían el enfoque y los recursos importantes para desarrollar su verdadero objetivo: contribuir a dar más valor a los procesos del negocio”, menciona Rosich.

Pero esto no quiere decir, según Rosich, que las pymes de Centroamérica no adopten algunas de las mejores prácticas de estas metodologías para mejorar muchos de sus procesos, y su recomendación es que el CIO tiene que decidir cuáles son las prácticas que mejor aplican a su negocio y cuáles no, considerar qué procesos aportan más valor a la empresa, así como la cantidad de recursos con que cuenta.
 

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