Bug, en el rico vocabulario informático dedicado a los problemas y errores destaca esta palabra, con larga tradición. Un bug es un mal funcionamiento de un elemento de software: que un programa haga cosas no queridas, o que no haga las cosas que debería.
La historia del término es curiosa: en inglés bug es "insecto de pequeño tamaño".
Según el "New Hacker’s Dictionary" la primera aparición documentada de la palabra en informática se produjo en 1948, cuando una polilla se introdujo en un relé de una máquina del Naval Surface Warfare Center, provocando un error.
En realidad, parece que el uso de bug para cualquier tipo de trastorno en una máquina se remonta al siglo XIX, a la época del telégrafo. De ahí pasó a la electricidad (se encuentra en un manual popular de 1896), estaba en uso en radares durante la Segunda Guerra Mundial… Si bug era cualquier funcionamiento anómalo de una máquina o un circuito, causado por un insecto o no, parece natural que fuera adoptado rápida y profusamente por el mundo informático (donde abundan las sorpresas desagradables en los programas).
En realidad, parece que el uso de bug para cualquier tipo de trastorno en una máquina se remonta al siglo XIX, a la época del telégrafo. De ahí pasó a la electricidad (se encuentra en un manual popular de 1896), estaba en uso en radares durante la Segunda Guerra Mundial… Si bug era cualquier funcionamiento anómalo de una máquina o un circuito, causado por un insecto o no, parece natural que fuera adoptado rápida y profusamente por el mundo informático (donde abundan las sorpresas desagradables en los programas).
Lo opuesto a bug sería feature, "característica". Esto da lugar a más de un chiste:
"¡No es un bug, es una característica", dirá el fabricante de software de baja calidad.
¿Cómo decirlo en español? Todo el mundo usa bug, aunque se podría decir error o, si el contexto no lo aclara, "error de un programa". Pero el castellano admite algunas palabras acabadas en g: gong o zigzag. Prueba de que bug se ha asimilado bastante a nuestra lengua es que admite derivaciones: "bugazo".
Via: Web de José Antonio Millán
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