Un desconocido invadió el sistema de la firma comercial, borró archivos y exigió un pago con tarjetas para celulares.
Los empleados de una firma comercial de la ciudad de Córdoba dedicada a la venta de chips fueron extorsionados por un hacker, que les robó información de sus computadoras. Un hacker (también se lo denomina crackers), es un experto en informática que logra ingresar de manera ilegal en una red informática ajena desde una computadora ubicada en cualquier punto del planeta.
El episodio delictivo ocurrió el lunes último. Marina Ferreira Teixeira (21), una de las empleadas, relató que a la mañana de ese día le llegó un archivo de un supuesto cliente del interior provincial, con el que se comunicaba por la computadora, a través del chat.
“Pero para evitar que las máquinas se nos infecten con virus, siempre les pedimos a nuestros clientes que nos manden los archivos a una casilla de correo electrónico, para poder chequearlos antes de abrir”, explicó.
El aparente cliente hizo caso y envió un archivo al e-mail indicado. Cuando Marina quiso verlo, este programa no respondió, por lo que creyó que el archivo estaba fallado o vacío.
Horas después, a las 15, mientras almorzaba, Marina escuchó que la computadora estaba funcionando, por lo que se acercó y encontró un programa de texto abierto, en el que se leía:
“¿Querés recuperar la contraseña de tu dirección de correo electrónico? Quiero 200 pesos en tarjetas de teléfono para celular. Siempre cumplo”.
“¿Querés recuperar la contraseña de tu dirección de correo electrónico? Quiero 200 pesos en tarjetas de teléfono para celular. Siempre cumplo”.
Al principio, la muchacha creyó que se trataba de una broma, pero el pirata informático comenzó a hacer desaparecer algunos archivos de la computadora que ella tenía ante sus ojos, pero manejada por alguien que desconocía.
Al parecer, el hacker previamente había ingresado en el sistema informático de un cliente. Utilizando su dirección de e-mail, se filtró en la computadora de la empresa, mediante el archivo que aparentaba estar vacío.
Una vez que logró ingresar, cambió las contraseñas de los principales programas. Ahora, pedía tarjetas para “devolver” los códigos.
“Por hobby”.
Cuando Marina se convenció de que era víctima de una extorsión, le avisó a la encargada de la firma, Carolina Martínez (24), que corrió a la Jefatura de Policía, para denunciar lo que estaba ocurriendo.
En tanto, Marina seguía “dialogando” de manera virtual con el extorsionador, que apuraba la entrega de los códigos de las tarjetas de teléfono, amenazando con borrar más archivos. La joven dilataba las negociaciones asegurando que ya habían ido a comprarlas.
Casi dos horas después, a las 16.45, el delincuente informático, que estaba hurgando en los distintos archivos, encontró un número de teléfono y llamó a la empresa.
Atendió Marina, quien, muy nerviosa, le imploró para que le devuelva las contraseñas. “Me van a despedir”, mintió.
Del otro lado de la línea, se escuchó la voz de un joven de no más de 23 años, según conjeturó su interlocutora. “Quedate tranquila, yo lo hago por hobby, ahora te las devuelvo”, le contestó.
Y así fue. Sin que se haya realizado ningún pago, las contraseñas volvieron a ser las de antes. Ayer a la mañana, mientras trabajaba en otra computadora, Marina se topó de nuevo con el hacker, que había violado el sistema informático de la computadora de otro cliente. La saludó en el chat, pero esta vez no había robado contraseñas para extorsionar.
Peregrinar por la Jefatura
Cuando Marina Ferreira Teixeira avisó que un hacker estaba robando las contraseñas, Carolina Martínez, encargada de la firma, fue rápido hacia la Jefatura de Policía. Estaba desesperada, no por el dinero que el pirata informático pedía, sino porque si borraba los archivos iba a atentar contra la fuente laboral, ya que en la computadora estaba registrada la mayoría de los clientes.
Carolina se dirigió a la oficina del Departamento de Delitos Económicos, donde sólo había una persona (perteneciente a la unidad judicial), "porque estaban desinfectando", según contó.
La joven denunció que esta persona no estaba preparada para darle una respuesta. "Me dijo que no tenían recursos tecnológicos para afrontar hechos como éstos", aseguró.
Y le indicó que se dirigiera a la Unidad Judicial Nº 2, para realizar la denuncia correspondiente. Así lo hizo Carolina, pero en esa dependencia también le respondieron que era poco lo que podían hacer.
Con la copia de la denuncia en la mano, la encargada regresó a la Jefatura y encaró a la persona que la había atendido.
"Recién cuando le dije que me diera su nombre –relató–, reaccionó y me mandó a hablar con gente de técnica. Ahí, un hombre me dijo que podían rastrear casi al instante la llamada por teléfono que hizo el extorsionador, y que había que peritar la computadora de mi empresa para intentar hallar el IP de la PC que utilizaba el delincuente".
El IP es un número único que identifica a cada computadora. Conociendo este número, mediante un programa informático especial es factible encontrar la ubicación de la máquina.
A pesar de la respuesta positiva que le brindaron en el área de técnica, desde la empresa no han tenido otras novedades. "Hasta hoy (por ayer), tres días después, no nos han informado si al final rastrearon la llamada y tampoco vinieron a peritar la computadora", se quejó Carolina.
Fuentes policiales ligadas al Departamento Delitos Económicos manifestaron que la Policía sí está preparada para este tipo de casos, que cada tanto aparecen. Indicaron que los hacker que roban información ya han actuado en la ciudad, y que en algunos casos los extorsionadores estaban en otras provincias o en el extranjero.
"Hubo extorsiones de todo tipo, incluso sexuales. En estos casos, es común que el delincuente se contacte con una mujer por chat y comience una charla íntima hasta que consigue una fotografía de la mujer. Luego, comienza a chantajearla con difundir esa foto", explicó un uniformado conocedor del tema.
"La respuesta que recibieron estas chicas en Jefatura es una vergüenza –apuntó la fuente–, porque en realidad sí estamos preparados para afrontar este tipo de delitos. A esta altura (el 4 de junio fue sancionada la ley 26.388 de Delitos Informáticos) tenemos los equipos necesarios para investigar".
Fuente La Voz del Interior
1 comentario:
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