El spyware, adquirido legítimamente, estaba originalmente destinado a su pareja, pero terminó siendo instalado en un equipo de un hospital infantil de Ohio. Los sistemas del hospital carecían del mínimo control para evitar que cualquier empleado descargase e instalase software en sus equipos.
Un estadounidense de 38 años ha sido condenado por infectar los ordenadores de un hospital con un programa espía. El spyware estaba originalmente destinado al ordenador de su entonces pareja, ya que el hombre quería espiarla. Sin embargo, la mujer abrió el programa desde un ordenador del departamento de cirugía pediátrica del hospital donde trabajaba, creando una auténtica pesadilla para sus responsables.
El acusado compró a finales de febrero de 2008 el programa SpyAgent por unos 80 euros y se lo envió a la mujer por e-mail esperando que lo ejecutase en su casa. De esta forma el hombre esperaba monitorizar su actividad en el PC.
Un estadounidense de 38 años ha sido condenado por infectar los ordenadores de un hospital con un programa espía. El spyware estaba originalmente destinado al ordenador de su entonces pareja, ya que el hombre quería espiarla. Sin embargo, la mujer abrió el programa desde un ordenador del departamento de cirugía pediátrica del hospital donde trabajaba, creando una auténtica pesadilla para sus responsables.
El acusado compró a finales de febrero de 2008 el programa SpyAgent por unos 80 euros y se lo envió a la mujer por e-mail esperando que lo ejecutase en su casa. De esta forma el hombre esperaba monitorizar su actividad en el PC.
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