Efectuada esta consideración preliminar, resulta singularmente importante destacar que la nueva legislación importa un gran avance con respecto a la seguridad informática, recordando -por cierto que se han cubierto verdaderas lagunas legales, lo que obviamente constituía un serio peligro que conspiraba contra la seguridad jurídica, máxime si se tiene en especial consideración que en nuestro país -por imperio del principio de legalidad y de no aplicación analógica del Código Penal- con anterioridad a la existencia de esta ley muchas acciones quedaban impunes, puesto que bien sabido es que una acción positiva no encuadrada en figura penal, es decir no prohibida por ley, no constituye delito y de ninguna manera se admite la posibilidad de reprimir una acción por su analogía con otra sí reprimida por la ley de fondo.
Hoy por hoy existe una estructura normativa, clara, fuerte, precisa, categórica que permite a la Justicia alcanzar a quien delinque en el ámbito de la informática y aplicar la ley penal sustantiva de manera precisa. A modo de reflexión cuadra poner de manifiesto que la explosiva incorporación de Internet bajo el ala de la utilización masiva de la informática, muestra como contracara nuevas modalidades delictivas en la era tecnológica, cuya investigación aparece muchas veces como altamente compleja, teniendo en especial consideración su perfil multifacético, por lo que se debe considerar el aspecto tecnológico de la investigación de manera integral (inteligencia artificial, chips, redes etcétera), y reconocer desde otro costado que la informática es una forma de poder social.
Conforme la legislación en vigencia, no cabe duda alguna de que existe una adecuada protección penal frente a la delincuencia informática, espacio en el cual debe reconocerse el enorme valor que tiene la información como uno de los bienes más preciados del ser humano. Ahora bien, el nudo gordiano radica en encontrar en términos reales la posibilidad de que el brazo largo de la Justicia actúe conforme las necesidades de estas nuevas formas de delinquir, y quizás sea momento de pensar en la creación -amén de los cuerpos especiales que ya existen en el ámbito policial- un cuerpo específico de la fuerza, a la manera de policía cibernética.
“Hoy por hoy existe una estructura normativa, clara, fuerte, precisa, categórica que permite a la Justicia alcanzar a quien delinque en el ámbito de la informática y aplicar la ley penal sustantiva de manera precisa “
Colofón
El derecho tiene vida y se encuentra presente en cada uno de los instantes y aspectos de nuestras vidas y debe asumirse que formar parte de un Estado de derecho, de ninguna manera, implica conformarse con aceptar tal realidad como una simple expresión dogmática, sino que es la más alta expresión de los derechos de todo ciudadano que desea vivir en libertad.
Por Carlos R. Nayi ABOGADO
Fuente: Comercio y Justicia 29-07-10
No hay comentarios:
Publicar un comentario