Los dispositivos móviles avanzan a pasos agigantados en dirección a
convertirse en las herramientas digitales por excelencia. Ya no hablamos
de simples teléfonos con conexión a la red: una tableta o un teléfono
inteligente pueden ser utilizados para leer y editar documentos de
trabajo, para acceder a redes corporativas o para realizar compras y
transacciones online. El móvil pasa a ser, entonces, el centro de
información y recursos más importante de una persona.
Con casi uno de cada dos españoles utilizando un smartphone, la
migración hacia la movilidad es un fenómeno irreversible que expande las
fronteras de la usabilidad y brinda nuevas oportunidades a los
usuarios. Pero es necesario recordar que un mercado en expansión es
también una atracción para los cibercriminales.
Según el último Informe de Amenazas Móviles elaborado por la empresa Juniper Networks, entre 2010 y 2011 el malware orientado a dispositivos móviles se incrementó un 155%, alcanzando el nivel más alto de su historia.
Ante este fenómeno, los usuarios deben tomar conciencia de que el móvil se ha transformado en una herramienta tan vital e importante como un ordenador portátil o una computadora de escritorio. Allí guardan mucho más que una simple libreta de contactos, y la protección de esa información sensible se convierte en una necesidad vital.
¿Cómo pueden protegerse los usuarios finales?
Como en todas las cuestiones relativas a la seguridad de las
herramientas digitales, sin dudas el eslabón más débil está en el
comportamiento de los usuarios. La mayor parte de las vulnerabilidades
se originan en las malas prácticas de uso, y en la falta de conciencia
respecto a los peligros a los que están expuestos los navegantes. Lo
cierto es que cada vez serán más las personas que utilicen sus
dispositivos móviles para realizar transacciones. eBay,
una de las tiendas online más importantes del mundo, informó
recientemente que espera para este año un crecimiento del 37.5% en el
área de transacción de teléfonos móviles, alcanzando un volumen de 8 mil
millones de dólares anuales.
En este contexto, ¿qué deben hacer los usuarios para asegurarse de
que sus datos y, sobre todo, su dinero estén seguros? En su Reporte
Anual de Amenazas Móviles, Juniper brinda algunos consejos en este
sentido. En primer lugar, los navegantes tienen que ser muy cuidadosos
con las aplicaciones que descargan e instalan en sus dispositivos
móviles.
Si bien el malware ha aparecido incluso en las tiendas de aplicaciones oficiales, como Google Play o el App Store de Apple,
la recomendación central en este sentido es no realizar descargas desde
mercados no oficiales. Se ha detectado, incluso, la existencia de
“instaladores falsos”, que prometen la instalación de una herramienta
popular y conocida, aunque en realidad se trata de malware. Entonces,
aunque el software parezca confiable, sólo se deben realizar descargas
desde las tiendas oficiales.
Como segunda medida, se deben aplicar las mismas políticas que se
utilizan para proteger un ordenador de escritorio o uno portátil. Esto
quiere decir: instale un firewall que permita protegerse de ataques y
ver los usos de la red que hacen las aplicaciones: proteja su equipo
mediante contraseñas con fechas de expiración y actualícelas
periódicamente para mayor seguridad.
Pero, ante todo, no se deje amedrentar. Si bien las amenazas para
dispositivos móviles están en crecimiento y todo indica que esta
tendencia se mantendrá, lo que está sucediendo es un proceso lógico. A
medida que más usuarios abrazan las tecnologías móviles, atraídos por su
comodidad, funcionalidad y por la posibilidad de lograr una mejor
experiencia de uso, más cibercriminales apuntan a explotar sus
vulnerabilidades para obtener rédito. Los usuarios deben ser
responsables, cuidadosos y aplicar buenas prácticas de uso para
disfrutar al máximo de las enormes ventajas que les brinda la movilidad.
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Fuente: lavanguardia.com
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