A pesar de los reparos que tienen los usuarios a facilitar
información por Internet, la verdad es que ni siquiera saben toda la
información que ofrecen con unos pocos clicks. Un buen ejemplo de ello
son las aplicaciones de Facebook, que pueden ayudar a los anunciantes a
conocer desde la religión hasta la orientación sexual de los
internautas.
Hasta hace no tanto los software se vendían en las tiendas en cajas
envueltas en plástico transparente pero ahora las cosas han cambiado un
poco. Actualmente lo que predominan son las “apps” o aplicaciones, que
son programas de software que residen bien en línea o bien en el
teléfono. Para comprar las aplicaciones tan sólo es necesario hacer
click en un botón y aunque a veces cuestan dinero suelen ser gratuitas
pero a veces se paga de otra manera.
De lo que muchos usuarios no se percatan es de que las aplicaciones son en realidad puertas de acceso y cuando uno las adquiere está ofreciendo a las empresas algo mucho más preciado en ocasiones que el dinero, sus datos personales.
De lo que muchos usuarios no se percatan es de que las aplicaciones son en realidad puertas de acceso y cuando uno las adquiere está ofreciendo a las empresas algo mucho más preciado en ocasiones que el dinero, sus datos personales.
En el caso particular de Facebook, algunas de sus más populares
aplicaciones como los juegos y concursos son las que recopilan la mayor
parte de esa información personal. En un examen de The Wall Street
Journal sobre las 100 aplicaciones más usadas en Facebook se observa
cómo algunas buscan las direcciones de correo electrónico, la ubicación
actual o la orientación sexual entre otras cosas no sólo de los usuarios
que juegan, también de sus amigos en Facebook.
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Fuente: www.puromarketing.com - Marina Alonso Álvarez
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