Las conexiones inalámbricas conocidas como redes Wi-Fi usadas por millones de hogares, establecimientos y empresas son altamente peligrosas porque pueden ser interceptadas para el robo de información. Para demostrarlo grabé un vídeo que muestra lo sencillo que resulta capturar datos.
La técnica se llama 'sniffer' (olfateo), y su tarea es escuchar el tráfico que viaja por la Red. Existen muchos métodos para realizarlo y su detección es casi imposible, dependiendo de la astucia del atacante o el conocimiento de la víctima. El único límite de esta amenaza es la distancia, es decir, solo se puede practicar a distancias cortas, aunque ello no resta el daño que puede ocasionar a la víctima.
¿Quién podría atacar y qué información obtener?
El ciberdelincuente puede ser un vecino o alguien que esté en el mismo establecimiento que capte la Wi-Fi que utiliza. Es decir, el hacker estará en el mismo local en donde usted esté conectado o posiblemente algún vecino que capte su conexión inalámbrica desde su ordenador. Logrará capturar claves, conversaciones de chat, cuenta de Facebook, Twitter, WhatsApp, Skype, Correos Electrónicos y sesiones de acceso a páginas de Wordpress y similares. Todo dependerá de la habilidad del atacante.
Este es un peligro a la intimidad que luego puede terminar en extorsión, el robo de información sensible y hasta la pérdida de cuentas personales. Como es un caso difícil de explicar, realicé por la madrugada una auditoria ética con una cuenta autorizada de Facebook.
Fuente: http://blogs.peru21.pe/
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