jueves, 3 de octubre de 2013

Empresas estadounidenses de ciberseguridad, víctimas colaterales del caso Snowden

El caso Snowden ha socavado el capital de confianza que tenían en Europa las empresas estadounidenses de seguridad informática y de alojamiento web, según expertos reunidos en un Congreso de seguridad en Mónaco.

Las estrepitosas revelaciones del exconsultante de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA), Edward Snowden, pusieron al descubierto la existencia de un amplio programa estadounidense de espionaje a nivel mundial.
Snowden demostró también que la NSA puede decodificar algunos sistemas de encriptación, un método en el que se basan numerosas soluciones de seguridad informática.
Peor aún, empresas estadounidenses habrían "cooperado" con la NSA suministrándole "puntos de entrada" en sus programas informáticos o entregando informaciones sobre sus usuarios, en nombre de la lucha contra el terrorismo.
"Desde entonces, hay una verdadera desconfianza en todos los servicios que vienen de Estados Unidos", explica Loïc Guezo, director en el sur de Europa de la empresa japonesa Trend Micro.
"Ahora, los clientes preguntan si no hay más bien ofertas europeas o francesas", afirma Pierre Siaut, otro experto de la compañía.

El volumen de negocios de la empresa suiza Artmotion de alojamiento web ('hosting') ha aumentado de casi un 50% desde las revelaciones de Snowden, y el grupo finlandés F-Secure registra también "una mayor demanda por servicios 'no estadounidenses'".
"Gigantes como Microsoft han admitido haber cooperado con la NSA. Las empresas europeas son vistas ahora como imparciales, porque ellas no caen bajo el 'Patriotic Act'" - que permite a las autoridades estadounidenses acceder a los datos de empresas o particulares no estadounidenses si están alojados en compañías informáticas estadounidenses, explica a la AFP Samu Konttinen, vicepresidente de F-Secure.
Pero, "en los hechos, no ha habido cambios mayores, estas empresas ya habían integrado la escucha del Estado como una posibilidad, y algunos ya habían descartado antes de Prism a actores anglosajones para contratos sensibles", indica Konttinen.

Para evitar cualquier amalgama, algunas empresas estadounidenses, como FireEye, se presentan como "empresas globales".
"Es claro que a partir del momento en que un producto es extranjero, hay sospechas y se plantea la problemática de saber si es un producto estadounidense y si contribuye a las escuchas del gobierno de Estados Unidos en el marco de Prism", explica a la AFP Denis Gadonnet, responsable de FireEye.
"No hay tantas inquietudes de parte de los clientes europeos sobre el hecho de que somos una empresa estadounidense. Yo no he sentido ninguna desconfianza", relativiza por su parte Eric Soares, vicepresidente Francia del grupo Symantec,
Según él, "Prism, como otros casos precedentes, trae consigo una multitud de preguntas de clientes, para saber si están bien protegidos. Pero estas revelaciones, más que nada, favorecen la toma de consciencia sobre la pérdida de informaciones".
La industria estadounidense de alojamiento web de datos informáticos podría perder hasta 35.000 millones de dólares en los próximos tres años tras las revelaciones de Edward Snowden, según el think-tank Itif (Fondation Information Technology & Innovation).

Fuente:  ecodiario.eleconomista.es

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