El investigador independiente y antiguo director científico de la empresa de seguridad informática RSA, Ari Juels, cree que falta algo importante en la criptografía que protege nuestros datos sensibles: el engaño.
"Los señuelos y el engaño son herramientas infrautilizadas en la
seguridad informática fundamental", afirma Juels. Junto con el
investigador de la Universidad de Wisconsin (EEUU) Thomas Ristenpart,
ha desarrollado un nuevo sistema de encriptado con un toque enrevesado.
Proporciona una capa extra de protección a los datos encriptados,
sirviendo datos falsos después de cada intento fallido de introducir una
contraseña o la clave de encriptado. Si el atacante acaba acertando,
los datos reales andarán perdidos entre un montón de datos falsos.
Este método podría tener importancia dada la frecuencia con que
grandes cantidades de datos sensibles caen en manos de criminales. En
octubre de 2013, por ejemplo, se extrajeron unos 150 millones de nombres
de usuarios y contraseñas de los servidores de Adobe.
Tras capturar unos datos encriptados, los criminales suelen usar
software para intentar adivinar la contraseña o la clave criptográfica
que se han usado para protegerlos. En el diseño de los sistemas
criptográficos convencionales, es fácil saber cuándo el intento es
correcto o no: una clave errónea produce un follón, no un trozo de datos
en crudo reconocibles.
El método de Juels y Ristenpart, bautizado como Honey Encription
(encriptado miel), hace que a un atacante le resulte más difícil saber
si han adivinado la contraseña o clave de encriptado correctamente o no.
Cuando se usa la clave incorrecta para desencriptar algo protegido por
este sistema, el software genera una serie de datos falsos que se
parecen a los auténticos.
Si un atacante usase software para hacer 10.000 intentos de desencriptar
un número de tarjeta de crédito, por ejemplo, conseguirían 10.000
números falsos. "Cada desencriptado parecerá plausible", explica Juels.
"El atacante no tiene forma de distinguir, a priori, cuál es correcto".
Anteriormente Juels había trabajado con Ron Rivest, la "R" de RSA, para
desarrollar un sistema llamado Honey Words que protege bases de datos de contraseñas llenándolas también de contraseñas falsas.
Fuente: www.technologyreview.es
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