Fue por su papel al frente de una red internacional de piratas informáticos que infectaron al menos 1,3 millones de ordenadores en todo el mundo y provocaron pérdidas por valor de 20 millones de dólares
El joven neozelandés Owen Thor Walker, de 18 años, fue condenado este martes por su papel al frente de una red internacional de piratas informáticos que infectaron al menos 1,3 millones de ordenadores en todo el mundo y provocaron pérdidas por valor de 20 millones de dólares.
El joven neozelandés Owen Thor Walker, de 18 años, fue condenado este martes por su papel al frente de una red internacional de piratas informáticos que infectaron al menos 1,3 millones de ordenadores en todo el mundo y provocaron pérdidas por valor de 20 millones de dólares.
Walker se declaró culpable de seis delitos informáticos ante un tribunal de Thames, en el norte del país, y tendrá que volver a presentarse ante el tribunal el 28 de mayo. El juez Arthur Thomkins dijo que, aunque algunos de los cargos eran punibles con penas de prisión de hasta cinco años, no pensaba encarcelar a Walker, que sufre del síndrome de Asperger, una forma leve de autismo.
Walker, cuyo pseudónimo en Internet era Akill, comenzó a cometer los delitos por los que fue condenado cuando aún estaba en el colegio, dijo la policía el año pasado. El joven diseñó un virus único encriptado indetectable para los antivirus, precisó la policía.
El programa, que permitía el acceso a los nombres de usuario y las contraseñas, y también a los números de tarjetas de crédito, fue utilizado por otros delincuentes para cometer delitos. La policía neozelandesa hubo de cooperar con el FBI y las autoridades holandesas para destapar la red.
La investigación comenzó después de que un ataque contra unos 50.000 ordenadores bloqueara el servidor de la Universidad de Pensilvania, en EEUU, en 2006. Walker vivía con sus padres cuando cometió los delitos, pero estos creían que se dedicaba a crear programas de manera legal, según un comunicado de la policía.
Walker, cuyo pseudónimo en Internet era Akill, comenzó a cometer los delitos por los que fue condenado cuando aún estaba en el colegio, dijo la policía el año pasado. El joven diseñó un virus único encriptado indetectable para los antivirus, precisó la policía.
El programa, que permitía el acceso a los nombres de usuario y las contraseñas, y también a los números de tarjetas de crédito, fue utilizado por otros delincuentes para cometer delitos. La policía neozelandesa hubo de cooperar con el FBI y las autoridades holandesas para destapar la red.
La investigación comenzó después de que un ataque contra unos 50.000 ordenadores bloqueara el servidor de la Universidad de Pensilvania, en EEUU, en 2006. Walker vivía con sus padres cuando cometió los delitos, pero estos creían que se dedicaba a crear programas de manera legal, según un comunicado de la policía.
Fuente: Rosario3.com
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